Los viajes en coche con la familia pueden convertirse en una experiencia muy divertida o en un auténtico infierno, tanto para los adultos como para los niños, sobre todo, si se trata de un trayecto largo. Y es que si para los mayores ya resulta cansado, ¡imagínate para los pequeños! Por lo general tienden a aburrirse y, al no tener espacio suficiente para gastar su energía, pueden terminar por molestar a sus padres, que tienen que estar pendientes de la carretera y de la ruta a seguir en el viaje.
Por otro lado, es de vital importancia que el nivel de seguridad sea lo más alto posible, de manera que todos los miembros de la familia lleguen al destino perfectamente sin sufrir un accidente o sin encontrarse con una avería o problema en el vehículo que termine por arruinar las vacaciones. Por eso, si tienes pensado hacer un viaje en coche con toda la familia próximamente, a continuación te damos algunos consejos tanto para que el trayecto sea tranquilo como para que sea seguro.
En este post podrás leer:
Seguridad
1. Coloca bien el equipaje
Coloca el equipaje en el maletero de manera que si tuviéramos que frenar bruscamente o abrirlo durante el trayecto no se mueva nada de su sitio. Para evitar tener que abrir el maletero durante el viaje, lo ideal es que lleves una bolsa aparte con todo aquello que puedan necesitar, como ropa limpia, toallitas, pañales, juguetes, pañuelos, etc.
2. Comprueba los asientos traseros
Aunque pueda resultarles molesto, los niños deben ir bien sujetos a sus asientos para evitar que pueda pasarles nada si tenemos que parar de golpe o, lo que es peor, si tuviéramos un alcance con otro vehículo. Por eso, es de vital importancia que revises que los asientos de tus hijos cumplen con las normas de seguridad vial. Recuerda que los niños menores de 12 años deben viajar atrás, los que pesan menos de 18 kilos deben ir sentados en una silla adecuada y los que pesan entre 18 y 36 kilos, deben estar en un elevador que les permita usar el cinturón de seguridad sin problemas.
3. Revisa el vehículo antes de salir
Antes de un viaje largo, es fundamental que nos aseguremos de que todo está perfectamente en nuestro coche, especialmente los neumáticos y los frenos. No está de más hacer una visita al taller para que nos indique si todo va bien. En el caso de que las ruedas estén demasiado desgastadas, te recomendamos cambiarlas, para evitar sustos. No es necesario que encargues esta labor al mecánico. En Internet puedes encontrar neumáticos a buen precio y ahorrarte dinero cambiándolos tú mismo.
Tranquilidad
1. Hazlos partícipes del viaje
Unos días antes de hacer el viaje, cuéntales a tus hijos lo divertido que será la ruta que vais a hacer y todos los planes que has organizado para ellos en el destino. De esta forma, el viaje se convertirá en una aventura para ellos y seguramente acepten mejor las horas de camino.
2. Intenta acortar el viaje al máximo
Es aconsejable que el trayecto sea lo más corto posible. Si el lugar de destino está a varias horas, mira bien la ruta antes de salir para evitar equivocaciones que conlleven más tiempo de viaje y averigua cuáles son las horas en las que hay menos tráfico para no verte atrapado en un atasco. En este sentido, uno de los mejores momentos para hacerlo es a primera hora de la mañana, casi de madrugada, de manera que no haya muchos coches en la carretera y que además favorezca que los niños vayan durmiendo. El viaje se les hará más corto. Por supuesto, es importante hacer paradas cada cierto tiempo para que puedan comer, descansar y estirar las piernas. Si tienen sitio para correr y jugar, mejor que mejor.
3. Entretenimiento
Si los niños van entretenidos, irán más tranquilos. Por un lado, el trayecto se les hará más llevadero y, por otro, distraerán menos a la persona que va al volante. Puedes comprar un DVD portátil o ponerles música que les guste. Pero también es recomendable que lleves un bolso con juguetes, lápices de colores, pegatinas o algo que les divierta para que vayan entretenidos. Si pasado un tiempo se aburren con esto, siempre puedes recurrir a los tradicionales juegos de carretera, por ejemplo, que cada uno elija un color y cuente los coches que van pasando o los números de las matrículas.